30 de diciembre de 2010

Consejos para Fotografía de viaje

Optimiza tu equipo fotográfico. En los viajes es recomendable andar con poco equipaje, algo que también debe aplicarse al equipo fotográfico. A menudo, es más práctica una pequeña compacta en el bolsillo que una cámara réflex en la mochila, aunque todo depende del medio de transporte que vayamos a utilizar. No es lo mismo viajar en coche que hacerlo con una mochila en transporte público.



Otros dos importantes detalles en los que debemos pensar son dónde vamos a almacenar las fotos durante el viaje (¿nos harán falta tarjetas extra?, ¿podremos pasarlas a DVD?, ¿nos conviene llevar un pequeño disco duro portátil?) y si allá donde vamos podremos enchufar el cargador de baterías a la red o será necesario utilizar un adaptador.

Lleva el equipo bien protegido. Arena, salitre, agua, polvo, barro… Es habitual que nuestra cámara entre en contacto con elementos agresivos a lo largo de un viaje. Además, las probabilidades de que sufra golpes son mayores. Debemos aumentar las precauciones y llevarla debidamente protegida. Si se trata de un equipo réflex con varios objetivos, lo ideal es una mochila acolchada.

Atento a la seguridad. Dependiendo del lugar al que vayamos, puede existir mayor o menor probabilidad de sufrir un robo o asalto. Es recomendable no olvidar nunca esta posibilidad y no confiarse demasiado. Las cámaras pequeñas ofrecen la ventaja de pasar más fácilmente desapercibidas.

Visita los rincones donde se haga la vida del lugar. No debemos ceñirnos sólo a los atractivos turísticos. Visita también lugares donde se perciba el día a día de la ciudad, donde se reúna la gente. Plazas, estaciones y especialmente mercados -por ejemplo- suelen dar mucho juego.

Retratos sí, pero con respeto. Los retratos son probablemente las imágenes más sugerentes, pero al hacerlos hay que tener en cuenta que tratamos con personas. Si a nosotros no nos agrada que un desconocido se nos ponga enfrente y nos dispare con su cámara, lo mismo pueden pensar los demás.

Para conseguir un retrato es fundamental actuar de forma positiva (una sonrisa, un saludo, un poco de conversación), pedir permiso si es posible (si no es necesaria la espontaneidad) y agradecer el gesto.

Busca relaciones dentro de la foto, cuenta historias. Las relaciones entre distintos elementos de la imagen enriquecen enormemente el mensaje, creando historias más o menos complejas. Para conseguir estas relaciones, podemos jugar con el ángulo (colocando los elementos en un primer y segundo plano) o el desenfoque de uno de ellos, por ejemplo.

Realiza pequeños reportajes. Recurre a encuadres amplios, medios y de detalle que den una idea general del lugar, como si estuvieras realizando un reportaje.

Busca imágenes originales. No te conformes sólo con postales. Normalmente, las fotografías que reflejan ambientes son más efectivas. Busca imágenes sugerentes mediante ángulos originales, reflejos, etcétera.

Una luz diferente. La luz es la materia prima de la fotografía, y tanto la cantidad cómo su dirección tienen una gran importancia. Ten en cuenta que en las zonas tropicales -por ejemplo- el sol golpea con más fuerza de la que estamos acostumbrados, y esto repercute en la imagen.

Fotografía también de noche. Un trípode y el uso de velocidades de obturación lentas abren un campo fotográfico enorme y muy atractivo. No dejes de experimentar con ello.






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